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Puentes de lino

Elvira Jané en va visitar el 6 de maig, amb la  presentació de la Via Alpina, una experiència de muntanya que ens va captivar. La podeu veure AQUÍ 

Ella també es va sentir molt bé , i ens ha enviat aquesta bonica reflexió respecte de la trobada. Gaudiu-la!


 

Puentes de lino

 

Armida, la propietaria de un Bed&Breakfast donde dormí en las Dolomitas italianas cuando estaba cruzando los Alpes, me contó una historia.

 

En los campos que había debajo de la casa, se veía todo tapizado con plantas de lino. Las sembraban durante la primavera aunque esto no significaba que no tuvieran que resistir las inclemencias del tiempo ya que, en esa vertiente de las montañas, el clima era extremo incluso cuando en el resto del país ya se tostaban al sol.

 

Después de un temporal de viento, agua o nieve las plantas quedaban echadas en la tierra pero, era con los primeros rayos de sol cuando se volvían a levantar  y tomar fuerzas para crecer.

A lino la llaman también “la planta de las mujeres” y me la regaló cómo símbolo, de mujer a mujer. Quería que recordara que esa fuerza la llevamos siempre dentro y, frente a cualquier golpe de la vida, somos capaces de levantarnos e ir adelante.

 

Antes de llegar al centro dudaba sobre qué os podía enseñar, qué nos podía unir más que separar. Tenía miedo por si os hacía sentir dolor en lugar de alegría, desesperanza en lugar de ambición o frustración en vez de ilusión por conseguir unos sueños. Así que, finalmente, me plantee ser puente. Los puentes unen dos partes de tierra firme y ofrecen un camino. No importa si la distancia es pequeña o grande, si un lado es verde y el otro marrón. Pero aún así no sabia como construir ese puente.

 

Sólo se me ocurrió que, lo más efectivo a riesgo de resultar herida, era ser valiente mostrándome vulnerable. Es la forma más efectiva para llegar dentro de las personas, sin corazas para protegernos. Somos fuertes cuando no necesitamos mentir ni ocultarnos, cuando no nos avergonzamos de quien somos. Creo que si nos abrimos, nos pueden ver y quizá incluso sirve para que otras se vean reflejadas en nosotras, se atrevan a mirarse y confíen a su vez. Claro que no funciona con todo el mundo pero, día tras día, encontraremos nuestra tribu. Aquellos o aquellas con quien podamos ser valientes sin riesgo ni miedo.

 

Creo que debéis solo aprender una palabra, importante si emprendéis alguna vez el Camino de Santiago (todo es empezar…). Ultreya!! Que significa “más allá”. Espero que nunca os falten los puentes y que, en caso de no encontrarlos, tengáis siempre la fuerza del lino para, después de tumbaros, levantaros, construirlos u cruzarlos.

 

Un petó!