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Amics Biblioteca General

ELS RELATS DEL 1R CONCURS DE MICRO RELATS DE TERROR

Han participat un total de 8 noies. Felicitar les participants perquè tots els relats són molt bons i han aconseguit crear intriga i fins i tot por (cosa difícil d’aconseguir en tan poques línies).

Els 5 membres del jurat integrat per les escriptores Jenn i Yolanda, les col·laboradores del centre Soraya i Helena i l’artista plàstic Francisco, després de diverses nits sense dormir a causa d’aquestes històries terrorífiques, han decidit, mitjançant votació, que:

El tercer lloc del 1r concurs de microrelats de terror és per a: “48 anys sense Sor Maria”

El segon lloc és per a: “La cel·la 13”

El primer lloc és per a: “Mami”

Us deixem aquí el recull :

MAMI

Despierto. Está muy oscuro y tengo un poco de miedo, así que enciendo la lucecita de emergencia que me regaló Mami ayer, por mi cumpleaños. Cumplí siete. El reloj digital de la mesita marca las doce en punto de la noche. Entonces empiezo a escuchar los pasos en la escalera, que siempre ha crujido. Crac, crac, crac. La puerta de la habitación se abre suavemente y noto los latidos del corazón, moviendo la tela de mi camiseta de ositos. ¡Ah! Es Mami. Se ha puesto un vestido nuevo, blanquísimo, que arrastra por el suelo mientras camina. Parece que flote. Se coloca frente a la ventana, abierta por el calor. Su pelo negro ondea y deja entrever una nuca pálida como la piel de mis piernas en invierno. La llamo. Ella se gira. Su pelo negro le cubre la cara, que no logro distinguir en la semioscuridad. Mami, ven, tengo miedo, digo, y su figura larga se acerca lentamente. Siempre ha sido una mujer delgada pero hoy está esquelética, tanto que se adivinan las vértebras de su espalda como púas de un dragón. Estoy aquí, mi niña. Dice, mientras se mete en la cama conmigo. Está muy fría. Quizás demasiado. Hay algo raro en su tacto, como si su piel fuera antigua, apergaminada. Pero es Mami. Me rodea con sus brazos, pero aprieta demasiado. Aprieta, aprieta y aprieta…

LA CELDA 13

Vivíamos en la celda 13 de una prisión española. Éramos 4 conviviendo juntas. Una de ellas era una señora mayor que tenía el pelo blanco con un rostro difícil de explicar, ojos brillantes, pálida, con muchas arrugas en su cara, cuello y manos. Ella nos dijo que estaba de baja, no hablaba mucho, nos decía “mi hija murió cuando su celda prendió en llamas”. Nosotras creíamos que quizás decía cosas por la edad. Pero mientras pasaban los días empezamos a dudar. ¿Porque esta señora no habla con los funcionarios, ni con nadie? ¿Por qué no la mencionaban? Y al final lo preguntamos. Al preguntarlo las tres cada día, lo empezaron a mirar en el fichero. Acabó saliendo que esta señora se llamaba Eva y que había muerto junto a su hija Carlota. Entonces nosotras nos pusimos muy nerviosas. Eva desapareció al saber que la estábamos investigando, tuvieron que medicarnos y nos pusieron en manos de un psiquiatra un gran tiempo. Al cabo de los años, ya en libertad, de alguna forma la olvidamos, pero un día de lluvia, durante la noche, estábamos estudiando en la habitación de casa de una de las amigas y vimos una nota de Eva que ponía ¡MI ALMA NO DESCANSARÁ!

48 AÑOS SIN SOR MARIA

Todas tenemos miedo de entrar en el cuarto de baño. La monja murió aquí hace 48 años. Nos encontramos en la cárcel Sor María. Todas las reclusas me asustan porque dicen que aparece por las noches y te quita años de vida.
Yo estoy en mi habitación y son las 3 de la madrugada. Necesito ir al cuarto de baño. Todas durmiendo, un gran pasillo largo y oscuro que cruzar. El baño completamente oscuro también, ¡ya estoy aquí! Tengo que encender la luz.
Aprieto el interruptor de la luz, pero se enciende la ducha. Se cierran las puertas de golpe, no tengo escapatoria. Me doy la vuelta para intentar abrir las puertas i allí estaba tras de mi observándome, es Sor María.
Llaman a la puerta, uuuf… es mi madre. Me está llamando para comer. Estoy en casa. Suerte que era una pesadilla. Aun así… noto un vacío en el ‘pecho que no me deja tranquila.

TORMENTA MALDITA

Eran las doce de la noche, y caía una gran tormenta con truenos y rayos, pero allí estábamos yo y mis amigas en aquella puerta de aquella inmensa mansión abandonada para averiguar si era verdad alguna de esas fantásticas historias que habíamos escuchado sobre fantasmas.
Abrimos la puerta, y todo estaba muy oscuro y lleno de telarañas. Solo nos iluminaban aquellos rayos. De pronto oímos un ruido que provenía de la primera planta, así que empecé a subir escaleras arriba.
Detrás de la puerta se escuchaba una dulce canción, y a mí el corazón me iba a mil, y un sudor frío había aparecido en mi frente. Creía que el corazón me iba a estallar. Giré poco a poco el pomo de la puerta y allí frente mía encontré una sombra oscura en forma de mujer que se abalanzó sobre mí. En ese momento desperté, y pude comprobar que todo había sido una gran pesadilla.

HACIENDO LOS DEBERES

Estábamos estudiando el cuerpo humano en clase, pero no conseguía recordar nada de lo que había explicado la profesora, así que decidí llamar a un compañero para hacer juntos los deberes, accedió de inmediato.
Me acerqué a su casa, abrió la puerta con una sonrisa bastante peculiar. Sentí un golpe en la cabeza. Un olor putrefacto me devolvió el conocimiento. Es extraño mirar a un punto fijo, como si fuera una cámara de fotos averiada, mi cabeza estaba agarrada y no podía ver nada.
Alcancé a escuchar cómo iba haciendo referencia a cada una de mis extremidades, dictando las características del funcionamiento de cada una de ellas.  mientras tanto, me las estaba cortando.

CEMENTERIO

Son las 3 de la madrugada, me encuentro sola ante la tumba de mis antepasados. En el cementerio esta todo en tinieblas y muy oscuro, me estremezco solo de estar allí, hace frio y noto unos escalofríos que me recorren todo el cuerpo. Quiero salir corriendo de allí pero no puedo porque escucho el sonido de unas voces hablándome y me hacen quedarme inmóvil ¡¡¡SON BRUJAS!!!  Poquito a poco se van acercando y me llaman por mi nombre. Tienen una cara muy esquelética y les salen gusanos por los orificios de la piel. Me dicen que mi padre quiere ponerse en contacto conmigo desde el mas allá y yo me pongo a llorar y me dejo llevar. Mi padre comienza a hablarme y me dice que me una al camino de las brujas que ellas me enseñaran el camino que debo seguir para que nadie me haga daño. De repente la voz de mi padre cesa y me caigo al suelo, noto mucho frio en mi cuerpo y de lejos veo como un grupo de brujas se van acercando poquito a poquito, están envueltas entre llamas. Todo era un montaje y comienzo a sentir la sangre corriendo por mi piel y noto que las brujas me rodean riéndose de forma estruendosa y maléfica. Me doy cuenta que jamás debería haber entrado en un cementerio, pero ahora sé que me quedare allí para siempre. Volveré a encontrarme con mis ancestros.

LENGUAS ASESINAS

Ja, ja, ja, no puedo parar de reírme cuando descubro que todo fue un sueño. Aquellas gigantescas lenguas babosas corriendo tras de mí para comerme. Mis piernas corrían y corrían, pero ellas corrían más que yo, mucho, mucho más. Cada vez que saltaban las babas salían lenguas pequeñitas nuevas que se hacían gigantes a cada paso que daba. Me alcanzaron, empezaron a lamerme los pies, las manos, el culo y lo otro… Cada vez que lamían una parte de mi cuerpo escogida, esta iba desapareciendo entre sus babas. Al quedarse satisfechas, por lo buena que estoy, dejaron mi boca tirada en el suelo. No podía ni hablar, menos mal que dejaron mi boca, gracias a ello puedo contar esta aterradora historia.